jueves, 5 de abril de 2007

A 25 AÑOS DEL 2 DE ABRIL DE 1982


LAS ISLAS MALVINAS. UNA HISTORIA INCOMPLETA
Por Víctor O. García Costa
Tenía pensado escribir sobre el tema Malvinas al aproximarse el 25 aniversario de la recuperación de las Islas, pero decidí esperar, convencido de la oportunidad y certeza del refrán que dice que “no por mucho madrugar se amanece más temprano”. La espera me permitió comprobar que poco nuevo se puso en conocimiento público en estos días, que el recordatorio siguió acusando grandes olvidos y que hay grandes sectores de la vida nacional con rica presencia, que aparecen como ausentes antes, durante y después del conflicto bélico. Ha habido en estos días, mucha anécdota, poca historia y saltos, como sobre ascuas, por sobre importantes episodios transcurridos entre el 2 de abril de 1982, día de la recuperación, y los días de junio de ese año, en que se reconoció la derrota militar.No quiero hablar ahora de los grandes capítulos que continúan en silencio. Lo iré haciendo en sucesivos artículos. En éste, sólo quiero señalar que ningún órgano de prensa, ni periodista, gráfico, radial o televisivo recordó que hasta 1934 jamás el Congreso Argentino había tratado el tema Malvinas. Al Parlamento llevó la denuncia de la usurpación, por primera vez, el Senador Alfredo L. Palacios al plantear, el 21 de septiembre de 1934, la necesidad de que la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares, hiciera una edición en castellano del libro de Paul Groussac, en francés, Les Iles Malouines, publicado por la Editorial Coni en 1910. En la oportunidad, Palacios señaló que era necesario “que todos los habitantes de la República sepan que las islas Malvinas son argentinas y que Gran Bretaña, sin título de soberanía, se apoderó de ellas por un abuso de fuerza”.Convertido su proyecto en ley 11.904 se encomendó a la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares, presidida por Juan Pablo Echagüe, además, compendiar la obra de Groussac a efectos de distribuirla en todos los establecimientos de enseñanza de la Nación. Así conocieron los niños y adolescentes argentinos los derechos argentinos en Malvinas.El senador Palacios no dejaría de volver sobre el tema en 1936; 1939; 1941; 1961 y 1964, pocos meses antes de morir.Ese mismo año 1934, Palacios publicó el primer libro argentino sobre la materia: “Las Islas Malvinas. Archipiélago Argentino”, editado y reeditado en 1946 y 1955 por Claridad, con un material completísimo que reúne todas las razones históricas, geográficas y políticas que respaldan los derechos soberanos de Argentina en Malvinas.También se ha olvidado que en casa de Alfredo L. Palacios, Charcas 4741, el 19 de octubre de 1939 se fundó la Junta de Recuperación de las Malvinas, presidida por él e integrada, entre otros, por los escritores Juan Carlos Moreno y Antonio Gómez Langenheim, autores de importantes obras sobre las Malvinas.Muchos años antes, en 1898, otro socialista, Roberto J. Payró en su extraordinaria obra La Australia Argentina, denuncia la usurpación y se queja de la nomenclatura inglesa en la región patagónica. En 1940, en su trabajo Argentina, y en 1946. en su libro Las Islas Malvinas, otro socialista, Alberto Gerchunoff, decía con un dejo de impotencia: “Nos resignamos, pues, y continuamos leyendo la literatura de los cancilleres, en que se seguía, de lapso en lapso, recordando a Gran Bretaña que nos debe devolver lo que nos hurtó en 1833, esas Islas Malvinas, amadas con desinteresado amor porque nos las habían quitado con la razón brutal de la fuerza, y que veíamos, esfumadas en la niebla, agobiadas en la melancolía de su silencio, en los brazos del círculo muerto del Polo Sur”.